Una pregunta frecuente es la de que hacer con las historias clínicas de pacientes que ya no vienen o no van a venir nunca más porque han fallecido. No es un tema baladí ya que la legislación es muy dura con el tema de la protección de datos personales y podría ser que por «quitar 4 historias» te cayera una sanción de las que hacen daño.
La ley de autonomía del paciente dice que las historias clínicas son de los pacientes y que es su derecho (y por tanto tu obligación) tenerlas al día y conservarlas con las máximas medidas de seguridad posibles. Obviamente, la ley tiene límites y en general marca que las historias clínicas se deben conservar un mínimo de 5 años. Este plazo puede ser aumentado por las comunidades autónomas, pero hasta el momento solo Cataluña ha aumentado este plazo hasta los 10 años. Así que en general, deberás conservar las historias clínicas de pacientes un mínimo de 5 o 10 años tanto en caso de fallecimiento como en caso de que tu paciente no haya regresado a la consulta en ese tiempo.
Sin embargo, mi recomendación personal es que en caso de «abandono» por parte del paciente, no destruyas su historia clínica de inmediato, si no que, transcurridos esos 5 o 10 años, trates de contactar con el paciente para informarle de la destrucción de su historia clínica de paciente y de la posibilidad de acceder a la misma. De esta manera no solo estarás ofreciendo un mejor servicio que quizás el paciente o un familiar agradezca con una nueva «visita al podólogo», sino que además habrás avisado al paciente de lo que iba a suceder y estarás legalmente más tranquilo.
Algo similar sucede en el caso de fallecimiento del podólogo. En ese caso, la familia del podólogo tiene la obligación (como si fuera parte de la herencia) de custodiar esos datos durante 5 o 10 años. Además hay que tener en cuenta que debido a la LOPD esos datos no se pueden entregar a nadie, ni siquiera a un hijo que también fuera podólogo y que mantuviera abierta la clínica a no ser que se le volviera a pedir permiso para ello a los pacientes implicados. Sobre este tema en particular se habló en la última Jornada organizada por las Vocalías Nacionales de Medicina Privada.
En todo caso, aunque entiendo que para quienes todavía siguen con las historias en papel, llevar las historias de pacientes que hace años que no pisan la clínica debe ser bastante fastidioso (por el volumen que ocupa aquello, más que nada), mi recomendación es mantener dichas historias para siempre. Obviamente, utilizando programas como PodoRed esto es más sencillo, pero cada cual que elija como quiere montárselo.