Que las nuevas tecnologías, y especialmente Internet, están llamadas a revolucionar el mundo es algo que ya conocíamos. Una nueva muestra de este fenómeno es Twitter y una nueva aplicación que se ha encontrado para explotar esta red social. Al parecer, los 140 caracteres que permite Twitter son suficientes para acercarnos a una herramienta de lo que podríamos denominar control de epidemias.
Y es que 140 caracteres no es mucho, pero multiplicados por los millones de usuarios que utilizan a diario la red y convenientemente filtrados, los mensajes llamados «tuits» ofrecen una excelente forma de conocer dónde y cómo están incidiendo las principales enfermedades contagiosas. La idea se basa en que muchos usuarios suelen realizar comentarios del tipo «estoy con el Frenadol», «me duele la cabeza» o «he cogido una gripe». Como resulta que la mayor parte de los usuarios de estas redes indican la procedencia de sus mensajes, podemos conocer en tiempo (casi) real si existe mayor incidencia de gripe en Murcia o en Cuenca, por ejemplo.
Según los doctores Michael J. Paul y Mark Dredze, en su experimento realizado durante la última epidemia de gripe en EEUU, sus resultados eran equivalentes al estudio realizado por el U.S. Center for Disease Control and Prevention (centro de control y prevención de enfermedades), pero eso sí, con un coste infinitamente más bajo y con una obtención de resultados muchísimo más rápida (el CDC tarda 2 semanas en ofrecer resultados y Twitter los ofrece en pocos minutos). Estos son los mapas que los investigadores construyeron:
El sistema también tiene desventajas. El principal es el sesgo que implica que los sujetos investigados sean usuarios de Twitter (suelen ser personas más bien jóvenes y con unos niveles de renta medios), pero también tiene problemas derivados de la falta de información sobre el estadio de la enfermedad y otros aspectos sociales del paciente que no es posible determinar a través del simple análisis de sus mensajes en Twitter.
Os dejo un enlace al PDF del estudio.