La ictioterapia es una práctica cada vez más de moda en balnearios y centros de estética que consiste en introducir en una pecera repleta de peces garra rufa (Cyprinion macrostomus) los pies o las manos (o incluso el cuerpo entero en algunos balnearios de Turquía). Estos peces se comerán las pieles muertas dejando nuestra piel, según prometen estos centros, como si hubiéramos utilizado la mejor de las cremas exfoliantes.
Originariamente estos peces se utilizaron para tratar la psoriasis en balnearios de Turquía, Corea, China y Japón. La técnica consistía en introducirlos en agua a temperaturas ligeramente por debajo de los 40º de manera que no hubiera fitoplancton ni zooplancton con el que los peces pudieran alimentarse, provocando que cuando el paciente introduce los pies en la pecera, todos los peces busquen alimentarse con sus pieles muertes. Este tratamiento es indoloro (solo se siente un leve cosquilleo, similar a cuando se introducen los pies en un arroyo, pero con el agua caliente) y la relajación que se siente contribuye a la mejoría del paciente.
En pacientes psoriasicos se ha comprobado empíricamente que la curación no existe, aunque sí remite el área afectada por la enfermedad y los pacientes se encuentran muy cómodos con el tratamiento. Para otras enfermedades no se ha estudiado suficientemente o no está indicado.
¿Qué dicen las autoridades sanitarias de la ictioterapia? La Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, indicó tras realizar un estudio de esta práctica que algunos virus y bacterias podían transmitirse al pez Garra Rufa y este trasmitirlo a otras personas con sistemas inmunológicos debilitados, como diabéticos o, incluso, enfermos de psoriasis. Según el estudio, el contagio por estas vías es muy bajo y casi inexistente si se extreman las medidas higiénicas y de control.
Según la agencia y otras autoridades, las medidas higiénicas y de control que deben garantizar los centros que realicen esta técnica son:
- Comprobar que no existen cortes o heridas que pudieran expandir una infección
- Comprobar que el paciente presenta un buen estado de salud en general (no está inmunodeprimido). En particular, no ofrecer el tratamiento a pacientes diabéticos o psoriasicos.
- No permitir que se aplique el tratamiento antes de 24 después de una depilación de piernas.
- Limpiar bien las zonas que tendrán contacto con los peces antes de iniciar el tratamiento.
- Implantar un sistema de depuración de agua en la pecera.
- Utilizar peceras de uso individual y realizar un ciclo completo de depuración antes de permitir el uso a otro paciente.
Por lo tanto, podríamos decir que sí, que es efectivo y saludable la ictioterapia en pacientes sin enfermedad, pero que hay bajísimo riesgo de contraer enfermedades en pacientes psoriasicos. En cierto modo, es paradigmático que para los pacientes que mejor les puede ir el tratamiento de ictioterapia, sean los pacientes a los que menos se recomienda utilizar el tratamiento. De todos modos, no existe ningún caso reportado de contagio por el uso de este tratamiento.
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