Seguro que lo has escuchado en más de una ocasión: las uñas de los pies hay que cortarlas en recto. El corte de uñas recto en los pies es uno de los mitos más extendidos que hay en el mundo. Incluso hay algunos podólogos que se lo creen todavía a día de hoy.
La realidad es que no hay ninguna evidencia científica que apoye este mito. Ni una sola evidencia de que el corte de uña recto sea mejor que el curvo. Reto a cualquiera a que presente un solo estudio científico sobre el tema. Quienes apuestan por mantener el mito del corte de uñas recto simplemente apelan al mantenimiento de una tradición, ya que poco más que eso es lo que hay.
La justificación detrás de este mito es que así se previene la «uña encarnada». Pero todos hemos visto muchos pacientes con las uñas cortadas en recto y que han desarrollado onicocriptosis. Bien es cierto que podría deberse a otras causas (como el calzado inadecuado), pero a falta de un estudio que lo demuestre no es posible atribuirle el «mérito» a ninguna causa en concreto. Y al revés, hay muchos pacientes que llegan con uñas cortadas en curvo y que no tienen ningún problema.
Asumir como cierto que el tipo de corte es el causante principal de la patología, es asumir automáticamente que la forma de corte de la uña influye en el crecimiento de la misma, lo cual tampoco está demostrado científicamente. Además dada la variedad de personas que existe es muy poco frecuente que este tipo de recomendaciones generalizadoras sean efectivas en todos los casos.
Por lo tanto, sin nada que avale cual es el mejor tipo de corte, ¿qué debemos hacer y recomendar? Mi opinión es que nos relajemos y no seamos unos talibanes del corte recto o curvo, que cada cual haga lo que quiera, puesto que no hay evidencias científicas de nada (ni es previsible que las haya) y lo único que sí podríamos recomendar es higiene y calzado ancho (aunque este extremo tampoco está demostrado que influya).
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